Limitar las vitaminas y minerales a nivel institucional ofrecerá muchas ventajas a la industria de los alimentos, un punto esencial para dar un paso más.
Hace unas semanas la Comisión Técnica de Afepadi de la Comisión Europea (CE) empezaron a trabajar sobre nuevas pautas en relación a las dosis máximas de vitaminas y minerales añadidas a los alimentos específicamente.
La juntas de trabajo mediante sus directivos citaron en una entrevista a nuestro equipo de Kasnor que es un tema pendiente y, que desde el año 2000 es un hito relevante no solo para los gobiernos, sino para la propia industria que diseñan y fabrican complementos alimenticios con vitaminas y minerales.
Un avance que puede modificar el tablero
Fijar los valores máximos de lo micronutrientes es un punto crucial para adoptar por todos, y la CE lo entiende así.
Esto significa que después de muchos años estamos avanzando en la propia sociedad, tanto en el sector público como privado.
- La EFSA mediante sus autoridades, se encuentra revisando sus niveles máximos tolerados para las vitaminas A, D, E, B6, además de describir el porqué e debería también poner interés en el ácido fólico/folato, el manganeso, el hierro, el beta-caroteno o el selenio.
- Se espera que los dictámenes científicos sobre estas dosis máximas de vitaminas y minerales estén finalizados en el 2023, avanzando hacia una propuesta definitiva en la legislación europea.
Antecedentes que sirvieron, ¿pero?
Hace 15 años la CE empezó a consultar a las autoridades de varios estados miembros sobre estas cantidades máximas y también las mínimas entorno a los micronutrientes añadidos a los productos alimenticios.
Sin embargo, a finales del 2010 no hubo ninguna propuesta concreta con sus argumentaciones, tanto por la complejidad como por la divergencia de opinión.
Hoy se creó una mesa de trabajo con científicos, expertos, desarrolladores y hasta consejero de cada área, incluido lo españoles, que van desarrollando desde consultas hasta certificaciones, para lograr una posición común.
Concretando y Concensuando
Gracias a la ciencia y la tecnología hoy existen modelos y análisis de modelo adaptables para calcular esos niveles o dosis de vitaminas y minerales añadidos a los productos europeos.
La amornización de los datos y las regulaciones anteriores, sirvieron de plataforma ideal para concensuar sobre este tema tanto en los alimentos y complementos alimenticios, que no solo se usan en la industria de la nutrición deportiva, sino en todas partes desde el nivel pediátrico hasta quirúrjico, pasando por la nueva moda del wellness o bienestar.
Existen además instituciones independientes que trabajan en el tema como la Food Supplements Europe (FSE) y FoodDrinkEurope, las cuales también están integradas a la Afepadi.
Definitivamente los escenarios son diversos, pero las soluciones pueden dar esa garantía de satisfacción que todos buscamos, sobre todo en relación a las normativas y recomendaciones que la CE debe emitir o los Estados Miembros y sus comunidades deben adoptar.
Sería, ¿el punto inicial o final?
El objetivo final es que los niveles máximos establecidos por la legislación de la UE no difieran a las dosificaciones que se aplican a los alimentos en Europa durante los últimos años.
La normativa se rige por un protocolo
- Facilitar la evaluación sobre la seguridad.
- Disponer de una herramienta para añadir a una lista positiva de la UE (anexos I y II de la Directiva 2002/46/CE).
- Generar la certidumbre y seguridad jurídica respecto a los límites máximos y mínimos de vitaminas y minerales añadidos.
- Permitir así, la libre circulación en la UE, facilitando la importación y exportación de productos.
Hata que esta armonización no se dé, existirán diferentes criterios en los Estados Miembros. En España por ejemplo, tenemos la guía Tolerable Upper Intake Level evaluados por la EFSA, cuyos límites se consideran seguros para el consumidor.